Podríamos afirmar, que las ojeras se han convertido en uno de los males más comunes entre hombres y mujeres. Haciéndose más notorias aún en personas con tez blanca y en aquellas que las han heredado genéticamente, lo cual influye en su aparición temprana.
Para conocer más sobre ellas, vamos a hablar de los distintos tipos de ojeras que pueden aparecer según la causa de origen:
- Por flacidez: Estas ojeras aparecen por el paso del tiempo y la pérdida de colágeno en el contorno del ojo. Son comunes en personas de edad avanzada, que las empiezan a padecer junto con las arrugas. En estos casos, el tratamiento recomendado para combatirlas es la aplicación de ácido hialurónico. Aunque también es cierto, que el tratamiento con láser da muy buenos resultados.
- Hundidas: Son aquellas que aparecen en forma de surcos debajo de los ojos provocando ligeras depresiones en la piel y que provocan un efecto de “mirada cansada”.
- Circulatorias: Un exceso de vasculización de la zona o un exceso de melanina son las causas principales de este tipo de ojeras. Si toman un tono violáceo, son producto del cansancio el estrés o el abuso de sustancias tóxicas como el tabaco o el alcohol. Por el contrario, si las ojeras se presentan oscuras de forma mantenida, es debido a una hiperpigmentación y para ello contamos con terapias de medicina regenerativa aclarante.
- Transitorias: Son ojeras que aparecen en momentos puntuales, bien por falta de descanso o por algún tipo de dolencia que estés padeciendo. Son temporales, por lo que suelen borrarse. Aunque también pueden ser tratadas para acelerar su desaparición.
En Clínica Terré contamos con tratamientos especialmente diseñados para cada tipo de ojera. Ya sea una ojera pigmentada o hundida, tu médico podrá asesorarte sobre la mejor opción para tratar esta zona.